DÍA INTENSO EN KOURITYAOGHIN
Escrito por Gonzalo Lopez
El día vivido en Kourityaoghin ha sido uno de los más intensos del viaje. Llagamos temprano, queríamos estar muchas horas en la aldea. No siempre hemos podido hacerlo, y por eso es muy importante para nosotros dedicar mucho tiempo en nuestros últimos viajes.
Al llegar, vimos que la recogida de los tomates ya había empezado. La excepcional ubicación de la aldea, a la orilla de un pequeño pantano artificial, hace que sea posible la agricultura de regadío. Sobre todo cultivan tomate y berenjena, siempre es un lujo comerte uno de esos tomates.
La pequeña zona comprendida entre los dos edificios que conforman la Escuela Primaria de la aldea, siempre ha sido nuestro particular punto de encuentro con los niños y sus familias. Este año no ha cambiado, llegamos al punto de encuentro, y los niños fueron llegando poco a poco, un pequeño goteo incesante, hasta que como por arte de magia, ya estábamos rodeados, como siempre.
Conocimos a los niños que aprobaron primaria y por lo tanto entraran a formar parte de nuestro grupo, les repartimos camisetas a los nuevos, gorras a los veteranos, regalos de sus padrinos, y les hicimos fotos a todos, ya son muchos, estuvimos un buen rato.
Tras el trabajo, vino la diversión, preparamos una comida comunitaria para toda la aldea, arroz con tomate y berenjena recién recogidos, hablamos con todos los niños apadrinados y con algunos familiares. Intentamos apuntar el día de nacimiento de todos los niños, y nos sorprendimos al comprobar que muchos de ellos no lo sabían, tuvieron que ir a sus casas a buscar las partidas de nacimiento. El broche final del día fue la tradicional sesión de cine de verano, esta vez vimos Aladin.